La danza nació del ritmo y del deseo de imitación de los hombres por los ruidos de la naturaleza. Ellos al tratar de imitar el vuelo de los pájaros o el salto de los animales, hacían movimientos, pasos, saltos, que son en cierta forma una forma de danza.
Danzaban para mostrar su alegría o tristeza, en acontecimientos importantes como casamientos, muertes o nacimientos. También lo hacían como ofrenda a los Dioses o para rechazar espíritus malignos.
Al principio, muchos siglos atrás en los pueblos primitivos, bailaban los hombres, y las mujeres solamente marcaban el ritmo palmoteando o tocando el tambor.
Existían dos tipos de danzas:
Las religiosas: se bailaban en templos, para rendir cultos a los dioses.
Las profanas: se practicaban en plazas, teatros, con el fin de entretener al público.
Tanta importancia llego a tener la danza, que reyes, príncipes y cardenales la practicaron.
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